martes, 23 de julio de 2024

The Proctors

Creo que, por fin, puedo decir que estoy a un día de las vacaciones. Mañana tengo consejo de departamento y, seguramente, sea el última día que suba a la universidad. Aún seguiré con algunas traducciones que quiero adelantar para la asignatura bilingüe del primer cuatri, pero es algo que puedo ir continuando la primera semana de septiembre sin problema.

Y estos días extraños en los que la persiana está casi bajada supongo que algunos discos se me estarán pasando. Algo que casi siempre les ha pasado a los británicos The Proctors. Una banda que, en mi opinión, es buenísima y que no ha gozado del justo reconocimiento que merecen. Comenzaron en 1993 y han pasado por sellos independientes tan prestigiosos como Sunday Records, Cloudberry o Shelflife.

Hace unas semanas editaron Snowdrops & Hot Air Balloons, su nuevo trabajo. Y es muy interesante. Es el primero que hacen después de su recopilatorio, así que podría decirse que abren etapa, pero eso sí, sonando igual de bien que antes.

Porque, desde luego, si te mola el indie-pop ensoñador de los grupos de Sarah Records, The Proctors te van a encantar. Y eso lo demuestran con el primer corte del álbum, Summer begins, que es un auténtica maravilla de guitarras jangle, indie-pop y teclados ensoñadores. A mí me ha recordado a partes iguales a bandas como The Field Miece o The Laughing Chimes, algo que, quizás, es más perceptible en la bonita Crystaline (Part 2).

De hecho, esa mezcla genial entre el pop y el dream, es su mejor seña de identidad y destaca en otros cortes como las maravillosas You and me and the sea o Seven Wonders donde las guitarras ganan un poco más de peso y se asoman a los grupos más oscuros del C86. O en, la genial, Talking to Machines donde juegan con guitarras que recuerdan a The Smiths.

Eso sí, cuando tiran de dream-pop se acercan con mucha soltura a grupos como Yo La Tengo en canciones como The Final Kiss, Footsteps o en la bonita balada que es Kaleidoscope (que ya salió como single en 2014) donde me ha recordado un poco a las baladas desnudas de The Pains of Being Pure of Heart, por citar a otra banda que mezclaba a la perfección dream e indie-pop.

Como veis, son todo influencias que conocéis, y la verdad es que The Proctors las dominan muy bien y hacen grandes canciones con estos sonidos. Una maravilla de álbum.

No hay comentarios:

Publicar un comentario