Pero bueno, siempre me sirve para descubrir discos nuevos que no había conocido y que me acaban encantando como me está pasando con la nueva canción de The Lemon Twigs o el descubrimiento que hizo ayer Don't eat the yellow snow de cootie catcher y su mezcla de indie-pop con folk, jangle y sintetizadores.
De todos modos, ya creo que el lunes lo comentaré, porque hoy vengo con Las Petunias. Ya sabéis que me encantan y que, en los dos últimos años, he ido a 4 o 5 de sus conciertos. Su disco Creo que soy de porcelana fue un soplo de aire fresco en el pop-punk nacional. Tirando de letras de la vida común, guitarras, gritos y sintetizadores, siguen la línea de bandas como Axolotes Mexicanos o Juniper Moon.
Ahí te pudras, maldita es el EP que han sacado este final de año. Y es su primer trabajo con Sonido Muchacho. Se nota, porque el sonido ha subido un peldaño y la producción más profesional se nota en la profundidad y los arreglos de canciones tan maravillosas como Historias de mi madre donde tiran más hacia un sonido shoegazer al más puro estilo seablite o Las Robertas o en la genial, y más dream-pop, de Tirant lo Blanc donde las guitarras punk solo aparecen en el estribillo.
Eso sí, su frescura punk sigue bien presente y esas guitarras no se esconden en la maravillosa No necesito estar sola (ya lo he estado toda mi vida), que es mi canción favorita de este EP, y en la oscura y gótica AGOTA LA SUERTE que me ha traído a la cabeza el último disco de Los Punsetes o de Rata Negra.
Lo dicho, son cuatro canciones, pero las cuatro sacan a relucir lo mejor de Las Petunias. Dan un paso adelante en su sonido y en la producción y, seguramente, también en sus próximas giras y conciertos. Me alegraré muchísimo de todo lo bueno que les pase, ojalá se forren a costa de todas las pijas que van a los festivales de verano a hacer el subnormal.

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