viernes, 1 de mayo de 2020

Honey Cutt

¡Feliz día del trabajo a todos/as! Sí, hoy es 1 de mayo y este año estaríamos ya pensando en el aperitivo al sol y en los conciertos del Warm Up 2020 que debería empezar esta noche. Para ser sinceros yo este año no había ni comprado el abono porque el cartel se aleja bastante de mis gustos, si acaso me producía curiosidad ver a Kraftwerk en directo y, por supuesto, a Johnny Marr, pero del resto nada me llamaba mucho la atención: Mando Diao una vez vistos en directo, mejor no repetir; Hot Chip, que ya los he visto, no es la música que suelo escuchar pero tienen un concierto muy bailabe y divertido; el resto de cosas interesantes a las que me hubiera acercado estaban ya en segunda o tercera fila y, aunque los he visto a todos, no me hubiera importado volver a verlos cerveza en mano: Georgia, Triángulo de Amor Bizarro, Cala Vento, Yana Zafiro o Pájara Rey. La verdad es que en dos días hubiera estado más de cervezas que de conciertos, pero bueno siendo el festival en mi ciudad siempre acabo cayendo en la tentación.

Pero este 1 de mayo es diferente, qué os voy a contar. No hay cervezas, ni conciertos, ni puente en la playa. Hay confinamiento en casa y un montante total de 50 días encerrado solo y, para colmo, me he puesto a trabajar en el portátil. Bueno, al menos, hoy bandcamp ha liberado de tasas la venta de discos en su plataforma por 24 horas, así que aprovecho las rebajas para ver algún disco que quiero y escucho otros que no conozco, por si acaso, acabo comprándomelo.

Y así he llegado hasta el disco de Honey Cutt, el trío de Boston, que ha sacado con Kanine Records un álbum bastante interesante: Coasting. En realidad no esperéis aquí los guitarrazos de Courtney Barnett, la épica de Mitski o la delicadeza del último disco de Waxahatchee. Nada de eso.

Coasting es un disco limpio de polvo y paja, con canciones de pop cristalino lo-fi y que dan ganas de que te tumbes en la hamaca debajo de la palmera a tomarte una cerveza viendo el mar al atardecer. Poca producción para un disco de espíritu DIY y donde destacan las guitarras perezosas y los riffs eternos que recuerdan a los primeros trabajos de Real Estate y ahí está lo mejor de este trabajo: Vacation, Fashion School o Coasting, la canción que da título al disco.

A veces sorprende un poco y, aunque no pierde la referencia del pop, nos deja finales más sucios y guitarreros como en Suburban Dream, que es una de mis favoritas del disco, o en Hang up On me donde se van más el pop australiano de The Goon Sax y ese juego de dobles voces.

Es verdad, que el disco a veces tiene corte más aburridetes donde pisan demasiado el freno pero, en general, es un disco muy aprovechable y con grandes canciones para darnos un buen rato de música.

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