viernes, 13 de mayo de 2022

Biznaga


Hace ya semanas que salió el nuevo álbum de Biznaga, Bremen no existe, pero hasta la semana pasada no me había puesto a escucharlo con detenimiento. Menos mal porque es un discazo. 

Reconozco que es un grupo que siempre me ha gustado, los conocí con Sentido del Espectáculo en 2017 y tienen un directo arrollador (todavía recuerdo el conciertazo que dieron en el Low Festival hace unos años). Su anterior disco, Gran pantalla, también fue de mucho nivel y, la verdad, esa capacidad de no fallar con ninguno de sus trabajos está al alcance de muy pocos. Eso sí, vaya por delante que este Bremen no existe me parece su mejor trabajo. Al menos el más completo.

El grupo malagueño-madrileño sigue con su punk de ritmo vertiginoso y sus letras comprometidas que hablan de la juventud de hoy: nihilismo, tranquilizantes, generaciones perdidas, precariedad laboral o la falta de futuro y los engaños políticos. Ahí tenemos la maravillosa Líneas de sombra para ejemplificar bien de qué va este disco. De hecho, el mismo título Bremen no existe, ya es indicativo. Bremen la ciudad mítica hacia la que se dirigen los músicos como sancta santorum para llegar a la cima y el éxito y que, sin embargo, nunca se llega a ella.

Esta línea de punk sin contemplaciones, al más puro estilo Stiff Little Fingers, aparece en otros cortes como la genial Filósofxs Intempestivxs, Una historia de fantasmas, Madrid nos pertenece, Cómo escribimos adalides de la nada o y ese himno anti-generacional que es Contra mi generación, el corte que eligieron como primer adelanto para este disco y que es una maravilla.

Tal vez el hecho clave, a mi juicio, que hace de este álbum su mejor esfuerzo es que tiene un punto más pop que los anteriores trabajos. Eso se deja notar en la tremenda Domingo Especialmente Triste donde alternan la vehemencia de las estrofas que canta Álvaro con el pop del estribillo que canta Isa de Triángulo de Amor Bizarro. Algo que ya hemos visto en bandas como Joanna Gruesome o Ex-Vöid y que funciona siempre genial.

Algo que introducen Biznaga en este álbum son los sintetizadores y teclados. Por ejemplo, en Todas las pandemias del mañana o en Espíritu del 92 donde el teclado recuerda a la versión que hacen Dinosaur Jr. del Just like Heaven de The Cure y, de hecho, la canción tiene un aire post-punk muy guay.

La verdad es que les ha quedado un disco muy completo y redondo, con velocidad, con guitarras, con nuevos matices, letras y temas para hacer reflexionar. Una vez más Biznaga vuelven a sacar un gran trabajo.

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