La semana pasada, cuando comenté el disco nuevo de Jeanines, ya hablé de este nuevo Thinking, Dreaming, Scheming de los norteamericanos Lightheaded. Y es que, seguramente, sea uno de los discos que más escuche este año porque me ha encantado.
Los cinco amigos de New Jersey son ya habituales en el blog, porque creo que he comentado todos sus trabajos precedentes. Cierto es que todos, absolutamente todos me han gustado, pero diría que con este disco se han superado porque no falta ni sobra ninguna canción.
El álbum se abre con la preciosa Same Drop, uno de los singles que adelantaron, y que es un bonito medio tiempo que bebe de las raíces jangle-pop de los 90 y el folk californiano de los 70. No es la única canción en esta línea, así que los ecos a The Byrds y Belle & Sebastian o Camera Obscura están muy presentes en otros cortes como en las maravillosas Crash Landing the Clod, la más jangle, Orange Creamsicle o, la más oscura, Mercury Girl que es un absoluta joya con aires setenteros psicodélicos y unos coros maravillosos.
Sin embargo, en otras canciones, como The Lindens, The Lindends, The Lindens! o Me and Amelia Fletcher pisan el acelerador y se acercan más al cuddlecore de Tiger Trap, al indie-pop y al C86 de grupos como Heavenly o The Would-be-Goods (a ambos grupos los vimos juntos hace un par de años en la presentación del Madrid popfest).
Así encontramos también dos de las mejores canciones de este trabajo, la más folky, The Garden y, la más guitarrera, Patti Girl, donde me han recordado a los hermanos D'Addario y The Lemon Twigs.
En definitiva, diez canciones de pop perfecto, donde Lightheaded crean un universo de sonidos indie-pop, folk y misterio que bien podrían ser la banda sonora de libros como Huntington Beach.
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