Siete días sin comentar ningún disco o adelanto en el blog, la verdad es que la semana pasada a la vuelta de vacaciones de semana santa y fiestas de primavera, fue un caos absoluto de clases, corregir portfolios, entrega de actas de la asignatura del máster, reuniones de TFG y TFM y viajes por trabajo (he tenido que ir a Zaragoza y Vitoria y trabajar sábado y domingo), y esta en la que estamos, la tengo exactamente igual pero, además, con 2 días completos de seminarios on-line con el inicio de 2 nuevos proyectos europeos que nos han concedido en el área.
Espero que la semana que viene bajen un poco las revoluciones, que nos acercamos al final del curso (y menudo curso con la semi-presencialidad y el COVID-19) y siempre trae consigo mucho lío.
En fin, sirva como desahogo y para justificar que casi no he escuchado novedades durante estos días. A ver si el fin de semana que apunta a lluvia, puedo poner atención en nuevas canciones. De momento, hoy he podido escuchar este Sweep it into space, el duodécimo álbum de Dinosaur Jr. Casi nada.
Tal vez, J. Mascis y su banda sean la formación más robusta que se mantiene del indie-rock americano de los 90, y es que los últimos trabajos de grupos como Pixies (alternan cosas interesantes con otras bastante menos), Sebadoh o Guided by Voices han ido dejando trabajos más irregulares. Curiosamente, eso no le ocurre a Dinosaur Jr. que sigue mantiendo un gran nivel y sacando grandes canciones.
No se estancan aunque en realidad siguen manteniendo ese sonido pesado y guitarrero de los inicios y ahí destacan cortes muy buenos en este disco como I expected always, Walkig to you, To be waiting o I met the Stones. Clásicos temas de Dinosaur Jr donde entroncan más con grupos como Husker Dü.
Eso sí, reconozco que siempre he tenido cierta debilidad por sus temas más pop, donde no están tan contundentes y las melodías ganan peso. Y es que sus canciones siempre han destacado por sus geniales melodías. Ahí, nos encontramos lo mejor de este álbum con la velocidad punk de And me o Hide another round, el pop de Garden o esa luminosa Take it back (que incorpora el sonido de un Mellotron -un teclado electrónico de los 60). Aunque, para mí, lo mejor llega con I ran away, que es una absoluta maravilla y donde cuenta con la colaboración de la guitarra de 12 cuerdas de Kurt Vile que, en principio, iba a colaborar todo el álbum, pero que debido al COVID tuvo que restringir sus colaboraciones a momentos puntuales del disco.
Ya van 36 años, 12 discos, 1 separación y 1 vuelta al ruedo, varios cambios de formación, aunque manteniendo siempre la columna vertebral y el cerebro, y el talento de Dinosaur Jr. sigue intacto. Es motivo de celebración.
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