Martes 6 de abril de 2021, otro bando de la huerta que se nos escapa en Murcia por la pandemia. La verdad es que el año pasado en pleno confinamiento en casa fue mucho peor y que hoy, probablemente, quede a tomar una cerveza en grupo reducido y en terraza, eso sí, que una semana de Fiestas de Primavera no tengamos flores, desfiles, barracas, zarangollo u olor a pólvora se sigue haciendo raro.
Pero bueno, al menos con este discazo de The Natvral se nos pasará mejor el día. Ya hace un par de años que comenté el single que sacó Kip Berman, ex-cantante de The Pains of Being Pure At Heart, en su nuevo proyecto en solitario que es The Natvral. Incluso, creo recordar que Know me more, entró en un recopilatorio de Nebrija. El año pasado, además, estuve comentando el adelanto de este Tethers y que, probablemente, sea la mejor canción de todo el álbum y la que la abre a lo grande: Why Don't you come out anymore?
En realidad, este Tethers de The Natvral supone un gran cambio en la música (y en la vida) de Kip Berman porque abandonó Brooklyn para irse a vivir a las afueras y la paternidad le ha hecho replantearse sus propios tiempos. Y así lo canta durante todo el disco.
Musicalmente entronca con el rock americano de los años 70, así que canciones como Sun Blisters (suena a Like a Rolling Stone y tiene el vídeo-clip más bonito que he visto en años) o Sylvia, the Cup of Youth nos recuerden a Bob Dylan o Neil Young (esa Stay in the country es puro Young) es lo más normal del mundo, puesto que esas guitarras y, sobre todo, esos teclados son toda una maravilla y bien podrían haber salido de un disco de The Band.
Incluso, ese rock setentero se funde con guitarras más veloces y enérgicas melodías dejándonos, a mi juicio, lo mejor de este trabajo como en la apertura Why don't you come out anymore o la genial New Year's Night donde nos llega a la memoria la energía de Ezra Furman cuando a principios de la pasada década también se acercaba a estos sonidos setenteros, eso sí, fijándose en grupos algo más garajeros.
También hay un hueco para baladas más introvertidas (algo que destacó cuando sacó su primer single en este proyecto hará un par de años). Y así nos encontramos preciosas canciones donde su voz y su guitarra forman un bonito microcosmos: Tears of Gold, New Moon o la bonita Alone in London donde comienza más lento y la canción emerge in crescendo hacia un final más épico y contundente.
Tal vez se acabe colando en muchas listas de revistas y medios a finales de año, porque Tethers de The Natvral es gran disco. Sorprendente para los que amábamos la música de los Pains, pero esperado por los derroteros que ya habíamos escuchado. Eso sí, el álbum es un trabajo redondo donde no hay ninguna canción que falle y eso solo está al alcance de grandes talentos como el de Kip Berman.
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