domingo, 25 de octubre de 2020

Matt Berninger

Serpentine Prison de Matt Berninger era, quizás, uno de los discos que yo más esperaba en este final de año. El líder de The National la verdad es que había adelantado 3 cortes y los tres me parecían estupendos: Serpetine Prison, Distant axis y One more second (con ese órgano setentero genial al final de la canción, me parece lo mejor de este disco).

Estas tres canciones recogen una fuerte influencia de su banda que, en realidad, sobrevuela todo el álbum. Eso sí, son canciones más calmadas y pausadas y en ningún momento toman el brío de los tambores asincopados tan característicos de The National. Eso le resta algo de fuerza a estas canciones, aunque bien se pueden incluir entre lo mejor que ha hecho Berninger. En esta línea también hay canciones que no están mal como Oh Dearie o All for nothing.

Serpetine Prison es un buen álbum, desde luego, pero me ha dejado un poco desencantado. Tal vez porque esperaba más, tal vez porque las tres mejores canciones son las que ya conocíamos y el resto del álbum flojea un poco más. 

No es que flojee, en el mal sentido, si no que Matt Berninger se ha decantado por cortes tranquilos y más planos, y en ningún momento rompe la línea del álbum con alguna canción más poderosa donde destaquen las guitarras. De hecho, si hay un instrumento omnipresente en este Serpentine Prison es el piano. Además, Berninger ha querido explorar algunas influencias claras de la música popular americana con diferentes resultados: por un lado hay cortes como la inicial My eyes are T-Shirts o Collar of your shirt donde vuelve la cabeza hacia el folk y el country americano y escuchamos la presencia de slide-guitars (en la primera) o violines (en la segunda), eso sí llevados a este terreno de calma y melancolía que predomina en el disco. Incluso en Loved so little presenta esa influencia de la música de frontera Tex-Mex con perezosas guitarras y una armónica de fondo que nos hace imaginar un duro desierto y hombres con ponchos a caballo, algo así como un homenaje a Caléxico con la voz de Berninger.

Si su reinterpretación folk es discutible, mejor le sienta cuando vuelve la mirada hacia el blues y el jazz popular americano. Y ahí encontramos esa maravillosa Silver Springs donde colabora Gail Ann Dorsey (de Tear For Fears y colaboradora, en su día, de David Bowie) que bien podría ser un viejo blues cantado a dúo con un buen acompañamiento de una sección de vientos.

En conclusión, Serpentine Prison es un buen disco, que sirve para que Matt Berninger explore nuevos sonidos, más tranquilos, fuera de su banda. Quizás no es lo que yo esperaba una vez conocidos los adelantos, pero es verdad, que el disco gana puntos conforme lo vas escuchando.

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