Porque el pasado viernes sacaron su nuevo álbum, Lemon Lights y creo que va a ir directo al pódium de lo mejor del año porque es un álbum muy bueno.
En los anteriores trabajos de seablite ya he hablado de esa perfecta fusión entre el indie-pop, el shoegaze y las atmósferas dream-pop. Quizás, sean en la actualidad, la banda que mejor aúna este sonido. Y una buena prueba la encontramos en esos cortes más calmados y oscuros, como Drop of Kerosene u Orbiting my Sleep, que tienen ese aire dreamy pero donde las guitarras también pueden rugir en el momento justo.
Sin embargo, la línea del shoegaze y el pop es lo que más y mejor encontramos en este disco. Cuando seablite ponen la mirilla en sonidos shoegaze y noise suenan increíble. Compactas y contundentes pero siempre melódicas. Ahí tenemos auténticos pepinazos como Melancholy Molly (ese inicio con el bajo que tanto me ha recordado a Las Robertas) o cortes como Pot of Boiling Water, Blink Each Day, Frozen Strawberries o Hold my Kite donde las guitarras y las melodías crean composiciones maravillosas que nos traen a la cabeza lo mejor de grupos como Ride, Felt o Slowdive.
Eso sí, en este álbum, también encontramos momentos donde las melodías indie-pop ganan la partida a las guitarras pesada. En realidad, para mí, es cuando más destacan seablite. La canción que abre el disco, Smudge was a Fly es un buen ejemplo. Pero, también tenemos ahí la tranquila Faded, la maravillosa Hit the Wall (quizás lo mejor de este trabajo), la pop Laughing Sounds con sus coros o la genial Monochrome Rainbow.
Sinceramente, junto al disco de The Tubs (que salió allá por febrero) este Lemon Lights de seablite se va a convertir en lo mejor de este año. No falla ni una canción y es absolutamente perfecto. Perfecto.
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