lunes, 30 de septiembre de 2024

Baloncesto

A veces el trabajo te come. Literalmente, tiempo y fuerzas y menos mal que estamos comenzando el curso y aún voy bien de pilas. La semana pasada no pude comentar muchos discos porque tenía una reunión en París y fueron tres días intensos de lluvia y frío. Lo peor fue la vuelta que el vuelo de París salió con hora y media de retraso y perdí la conexión en Barajas, así que me quedé un poco tirado y tuve que pillar un AVE para bajar a casa. Me perdí el primer día del Visor (por suerte pude disfrutar del segundo día y de los Gigolo Aunts). Pero en fin, aquí andamos de nuevo listos para ir a clase.

Y entre tanto, se me han acumulado discos, y es que el otoño es una de las fechas claves, y empiezan a salir los discos y los singles de cara al mercado de navidad, donde se vende muchísimo. Desde verano quería comentar el de Wut, la recopilación de Galaxie 500, en septiembre me encantó el nuevo de Nick Cave, pero aquí estoy sin tener muchos ratos para escribir.

Esta mañana he decidido hablar de Primavera tardía de Baloncesto. Su primer álbum y una auténtica maravilla de pop y punk. La verdad es que el disco es una especie de sándwich que se abre y cierra con Coming of age y Primavera tardía que bien podría ser dos de los cortes acústicos que últimamente ha sacado J Mascis en sus discos en solitarios.

Dentro del bocata encontramos guitarras, potencia punk y melodías pop. Un día especial, Llorando en un parque de Barcelona, Par Móvil 2 o Bien, voy tirando son auténticos pepinazos que recuerdan un poco a grupos como Cala Vento Japandroids. Aunque también tienen ese lado más noise, como en Vacaciones en el Tíbet, donde se acercan a grupos como La Paloma o Perro.

La verdad es que son 9 cortes y no falla ni uno. Un debut maravilloso de Baloncesto que bien merece la pena para arreglaros este lunes de vuelta a la rutina.

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