domingo, 22 de marzo de 2020

Close Lobsters

Resultado de imagen de Close Lobsters bandLo que llevamos de año no está siendo para tirar cohetes si hablamos de discos, un par de trabajos interesantes como el de En Attendant Anna, algunos que prometen ser muy buenos como el futuro de Peel Dream Magazine, algunos buenos EPs como el de Jeanines y un par de buenos discos como el de Girlatones que comenté el otro día. Pero, desde hace cosa de tres o cuatro semanas (lo siento he perdido un poco la noción del paso del tiempo en este confinamiento) estoy absolutamente abducido con el nuevo álbum de Close Lobsters.

De momento, es el trabajo que más me ha gustado en lo que va de año y, con mucha diferencia, el que más estoy escuchando estos 9 días aislado en casa.

Post Neo Anti: Arte Povera in the Forest of Symbols es un título bastante largo y extravagante, lo suficiente como para que la gente lo pase de largo. Error. Close Lobsters fue una de las mejores bandas de indie-pop a finales de los 80, vivió su apogeo en la era del C86 con su single Going to heaven to see if it rains, pero tras dos discos en el 87 y el 89 cerraron un ciclo habiéndose codeado con grupos como One thousand violins, The Pastels o The Flatmates.

En 2009, veinte años después retornaron con nuevo trabajo y 11 después nos dejan su cuarto álbum en 33 años. Y, sinceramente, es un trabajo excelente.

Su sonido es mucho menos guitarrero y fresco, han reposado su vertiente punk y les ha salido el disco perfecto. Desde el inicio nos dejan con la boca abierta con esos dos cortes que son All compasses go wild y The absent guest (no things no there) donde recuerdan mucho a bandas como The Church o The Jesus & Mary Chain en su Darklands. Este pop con mayúsculas es lo que más aparece en este álbum y, además de las citadas, también nos dejan cortes sobresalientes como Godless, New York City Space y, mi preferida de este disco, Under London Skies, donde los escoceses nos traen los recuerdos de grupos como The Bats o The June Brides.

Pero, no todo es madurez y sosiego en este trabajo. También nos dejan un par de cortes guitarreros y que nos recuerdan a su época C86 como la genial Bird Free y, sobre todo, Johnnie donde sus guitarras rugen como en los mejores momentos del George Best de The Wedding Present. Incluso, tiran de esos momentos de finales de los 80 en la destacada Let the days drift away, donde suenan a Primal Scream por los cuatro costados.

Sin duda alguna, Close Lobsters van a tener un papel destacado en la mayoría de listas de los discos del año cuando llegue diciembre. Bueno, tal vez no, pero será un error porque lo merecen mucho.

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