lunes, 16 de marzo de 2020

Mammoth Penguins

¿Cómo puede haber discos de grupos que me gustan y de los que no sepa nada en casi un año? Eso me ha pasado con este There's no fight we can't both win de Mammoth Penguin, el grupo de la genial Emma Kupa, que salió en abril de 2019 y yo he redescubierto esta semana.

Mammoth Penguins vuelve a la carga tras su anterior disco de 2017, un disco conceptual que no me dijo gran cosa, y de aquel genial Hide and Seek de 2015 que salió en la maravillosa y desaparecida Fortuna Pop.

En este álbum, el trío de Cambridge, está especialmente guitarrero e inspirado, algo que ya demuestran en los dos primeros temas: Closure y Dick Move que tienen toda la energía guitarrera de de las bandas de twee-punk como Tiger Trap o las canciones cañeras de Talulah Gosh, pero que nunca descuidan una buena melodía como en la final You just carry on en Cold and lonely place o en I wanna, que fue el primer single adelantado de este álbum y la canción que a mí más me gusta.

En los temas un poco más pausados tiran de un indie-pop más en línea con grupos como Heavenly y la amplia nómina de grupos Fortuna Pop, algo que podemos encontrar en temas como There is so much more, Put it all on youLet yourself be que recuerda en algo a canciones de nuevas cantantes actuales como Courtney Barnett, pero con un final increíble lleno de guitarras sucias, ruido y distorsión. 

La verdad es que antes he dicho lo de "redescubierto" porque al bajarme el disco esta semana me dí cuenta que ya lo había visto anunciado el año pasado en el bandcamp de Fika Recordings, pero se ve que, como el anterior disco no me dijo mucho, pues no le concedí el beneficio de la duda. Mal hecho, porque este álbum de Mammoth Penguins está muy bien.

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