viernes, 29 de enero de 2021

Motorama

Quizás, Motorama, sean uno de los mejores grupos que se han acercado al post-punk en las últimas décadas. Además, los rusos lo han hecho con un sonido muy particular y personal que se ha hecho incomparable: canciones obscuras, voz grave, pero guitarras acústicas muy luminosas y una continua presencia de teclados para dar vida a sus canciones.

Before the Road, es el sexto álbum de los de Rostov-Del-Don, aunque han alternado con numerosos singles y EPs a lo largo de su carrera. Es cierto, que me gusta mucho su música, pero resulta increíble que todo este tiempo, 11 años desde que sacaran aquel maravilloso Alps en 2010, no hayan fallado en ninguno de sus trabajos. Unos con más singles que otros, pero siempre con buenas canciones.

En este trabajo, Motorama ha vuelto a decantarse por un álbum corto, de 7 cortes, algo habitual en su discografía y que, la verdad, para este tipo de música me parece una decisión de lo más inteligente.

Tal vez en Before the Road se hayan alejado un poco del pop que fueron introduciendo en sus dos últimos álbumes y, de nuevo, nos dejen con un disco algo más obscuro. Que lo hayan grabado en plena pandemia puede ser que influya en algo, claro. Hay cortes que se revisten de suave post-punk donde los punteos y riffs de guitarra van conformando el tejido perfecto para las canciones, es el caso de las geniales The Tower, con la que abren el trabajo, o Voyage que tiene ese punto más pop. Incluso, podemos ver ese gusto pop en Up donde el protagonista total es un sintetizador que entra en la canción como apisonadora disco para hacerte mover los pies, al más puro estilo New Order. Esta influencia neworderiana también se percibe en la más tranquila Little mystery, con la que cierran el disco, pero que también está plagada de sintetizadores y teclados que les acercan al dream-pop.

Sin embargo, lo que más me ha sorprendido ha sido la presencia de dos cortes algo más veloces, donde su música se desarrolla con una batería ágil y esos característicos punteos de guitarra que salpican las canciones. Azure Height, tiene una batería y un bajo con mucho ritmo, mientras que Pole Star, que es lo de mejor que hay en este disco, es un tema donde, curiosamente, el estribillo es más esquivo que las estrofas.

En definitiva, otro enorme trabajo de Motorama, que siguen con paso firme y un sonido sólido que les hace destacar sin hacer ruido de entre toda la marabunta de grupos post-punk actuales.

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