La verdad es que, últimamente, la escena indie-pop de Melbourne nos está dando unas muy gratas sorpresas (Girlatones, Go Get Mum, Pop Filter o Rolling Blackouts Coastal Fever) aunque este álbum, Fantasy Country, de Flyying Colours se sale un poco del indie-pop y las guitarras jangle y bebe más del dream-pop y el shoegaze de inicios de los 90, algo que, cuando está bien hecho, se sigue agradeciendo.
De hecho, Fantasy Country, tiene solo 8 cortes (¿para qué más?) y son todos de lo más acertados. Las capas de guitarras y los teclados atmosféricos nos recuerdan al shoegaze de grupos como Slowdive, pero al mismo tiempo, las guitarras que rugen, nos traen a la mente a grupos como Ride o los The Jesus & Mary Chain más dreamy. Canciones como OK, Goodtimes o It's real son un buen ejemplo de ello.
Sin embargo, las canciones que más sobresalen son aquellas en las que pisan el acelerador un poco y nos dejan cortes de indie-rock con aires dream-pop al más puro estilo The Pains of Being Pure At Heart. Ahí aparece la tremenda Big Mess, que con toda justicia, debería meterse en todas las recopilaciones de lo mejor del año.
Incluso les sale bien la jugada cuando a sus capas de ruido le meten guitarras psicodélicas (aquí es cuando más recuerdan a Ride) como hacen en White Knuckles, Boarding Pass o This One, que son un buen pepinazo y que tienen que ser una maravilla en directo. Ojalá vuelvan pronto los conciertos.
Flyying Colours han sorprendido con un trabajo de muchísima calidad y con muy buenas canciones. Play It Loud!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario