Como ya comenté a principio de mes, Colored Lights es el nuevo grupo de Frode Stromstad, el que fuera cantante de los maravillosos I was a King, la banda noruega de indie-pop. El primer trabajo de Colored Lights, de nombre homónimo, sigue esta línea que se mueve entre el indie y el power-pop. De hecho, el inicio con Worst Game Ever y Primitive Move, bien podría condensar todas las influencias pop de bandas como Teenage Fanclub.
Aunque, bien es cierto, que cuando pisan el freno y se acercan más al indie-pop es cuando mejor están. I used to cook o Say My Name, con ese espíritu tan Tony Molina, la increíble Warm Jets o la maravillosa Ashes que bien podrían haber sido canciones de The Boys with the Perpetual Nervousness o la divertida Stabbing Clouds son los puntos álgidos de este álbum y donde muestran el enorme talento y calidad de su sonido.
Son un total de quince cortes, aunque hay un par de experimentos de medio minuto de por medio, que deberían estar sonando por todos lados porque bien lo merecen. Un disco sobresaliente de Colored Lights.
No hay comentarios:
Publicar un comentario