Pero bueno, allá vamos de nuevo. Para los que no conozcáis a The Maureens, ellos son una banda de indie-pop de Utrech (Países Bajos) y han editado este trabajo con Meritorio Records, así que eso ya es garantía de calidad. Y no poca.
El indie-pop de The Maureens es una maravilla y toca diferentes estilos. Por ejemplo, esa guitarrera y power-pop Rainy Day es una auténtica maravilla que huele por todos lados a bandas como Teenage Fanclub. Algo parecido sucede con la más calmada Sunday Driver que también tiene ese punto de rock noventero o, en las más pop, Warning Sign, Only Child y Motherless bird, que se acercan al pop de sesenta y setenta o en Stand Up! con la que abren el álbum.
Y sin abandonar el pop guitarrero, también introducen algunos riffs de guitarras jangle, como Lost & Found, donde se acercan a grupos actuales como Model Shop, o ese genial medio tiempo (con diferencia lo mejor de este álbum) de aires oscuros que es Fell in Love, donde recuerdan un poco a los mejores REM y grupos independientes norteamericanos de la escena College Radio, como East Village.
Tienen tiempo de pisar un poco el freno y bajar las revoluciones, como en Alison, en la final High & Dry on the Backseat. También en Morning Papers, esta última, que tiene cierto aroma a The Beatles o Simon & Garfunkel, es muy bonita y, por su duración de un minuto bien podría haber sido una canción de Tony Molina.
La verdad es que es un disco precioso este de The Maureens y no me extraña nada que Meritorio se fijara en ellos, porque pega un montón en su catálogo. De hecho, en mi próximo pedido será uno de los fijos.
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