Withered Hand

Ha sido una muy grata sorpresa encontrarme esta semana con el nuevo álbum de Withered Hand, o lo que es lo mismo, Dan Willson. La verdad es que New Gods, su anterior trabajo, me encantó y es todavía uno de esos discos de jangle-pop que a los que siempre recurro. Pero han pasado 9 años y ya no estaba seguro de si este proyecto seguía adelante.

Resulta que Dan ha ido pasando por algunos altibajos de salud mental y, de ahí, este largo proceso de silencio. Pero bueno, su nuevo trabajo, How to Love, es una auténtica maravilla y ojalá reciba la atención que merece.

Su indie-pop sigue presente, por supuesto, pero eso sí, aparecen nuevos elementos musicales. De entrada la gran presencia de secciones de viento (saxofones, trompetas y trombón) y, también, la presencia de secciones de cuerda (violines, violas y chelos). Así, va entrando en nuevos sonidos que le sientan de maravilla.

Por un lado sorprende la apertura Feelings donde, tras un comienzo que suena a The Wave Pictures, se mete en sonidos más indie-rock que recuerdan a algunas bandas de comienzos de siglo como Editors, por ejemplo. Esta línea aparece en otros cortes como Give myself away o Still quiet voice.

También encontramos una línea más oscura y rockera que le conecta con la música norteamericana de Neil Young o Alejandro Escovedo. Ahí está la preciosa How to Love o Serenity Power.

Eso sí, lo que más destaca en el álbum sigue siendo ese indie-pop elegante y con vibrantes guitarras jangle. Waking Up o Misery & Company representan el lado más festivo de su pop con aires soul al más puro estilo Simon Love. Pero, desde luego, el corte que más destaca es Cripped Love, en mi opinión lo mejor del disco, donde se saca de la manga un reposado tema de indie-pop de lo más elegante. Y, aunque dure casi 7 minutos, es un absoluto disfrute de canción con sus guitarras acústicas y sus teclados.

En realidad, Withered Hand, nunca ha necesitado mucho más para hacer grandísimas canciones. Es una alegría verle de nuevo en activo.