Para los que no conozcáis a El Buen Hijo, la banda madrileña de indie-pop centran su sonido sonidos jangle y C86, así que grupos de la órbita Sarah Records, Creation o Fortuna Pop os vendrán a la cabeza casi seguro.
El álbum empieza con la más sixtie Viene y va donde se acercan a grupos como Cola Jet Set, por ejemplo. Pero, en seguida, enseñan los dientes y en, la genial, En un lago las guitarras ganan presencia y nos recuerdan más a grupos como The Popguns, The Darling Buds o Flatmates y ese indie-pop británico de los 80. En esta línea también encontramos cortes como Perfecto o Me Lapidaría.
Del mismo modo, en No lo puedo soportar tiran de indie-pop ochentero pero, en este caso, a partir de un teclado juguetón que recuerda a grupos como Helen Love o Axolotes Mexicanos. Eso sí, los teclados también tienen buena presencia en esa maravilla que es Con Seguridad y donde recuerdan un poco más a La Buena Vida.
También hay cortes donde El Buen Hijo aceleran y se funden un punk-pop noventero muy guay, como pasa ¿Y ahora qué? donde el ritmo y la voz de Alicia me ha traído a la cabeza a The Primitives. O, como sucede en Contigo o con nadie, donde Airbag o Vacaciones están más que presentes.
En definitiva, es un álbum que se disfruta muchísimo y donde El Buen Hijo saben conjugar canciones distintas pero hiladas de forma muy coherente dentro de un álbum que funciona a la perfección y que se te hace divertido.
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