miércoles, 15 de julio de 2020

Gary Olson

La semana pasada me bajé el disco homónimo de Gary Olson, del que ya había escuchado previamente los adelantos y he de decir que es un gran álbum de pop elegante y atemporal.

De hecho, el ex-cantante de The Ladybug Transistor, sigue manejando de forma soberbia el indie-pop ochentero y en los primeros compases del disco con Navy Boats lo primero que me vino a la cabeza fueron los Aztec Camera de los arreglos de cuerdas, los coros y la voz susurrante. Estos temas son los que más abundan en el disco, como en Initials DC, Postcard from Lisbon o Diego It's time, esa preciosa balada que comienza con un violín y rápidamente se construye con calmadas guitarras jangle y pianos, algo que también ocurre en A dream for a memory, que tiene un poco más de ritmo y me ha recordado a aquel disco tan bueno que sacaron hace algunos años Fire Island Pines, con los que comparte afición por introducir trompetas en el momento preciso para dar ese toque épico a sus composiciones.

Gary Olson  está especialmente acertado en Some Advice, All points North o la final The Old Twin donde no está tan calmado y su música gana en ritmo. En Afternoon into evening, para mí, lo mejor de este disco con ese riff genial de guitarra acústica, se acerca mucho al indie-pop que hacía Dean Wareham con sus Luna. Algo que sobrevuela en todo el disco.

Desde luego se trata de un disco de pop redondo y trabajado que te va a encantar tener cerca este verano.

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