Se conocieron en el funeral de un amigo común y, como ambos era fan de la músico del otro mutuamente, en seguida conectaron. Al principio cantando y tocando en cenas y fiestas con amigos en casa, pero luego comenzaron a componer y hacer canciones.
El proyecto de The Lost Days, la verdad, es que recuerda a las canciones en solitario de Tony Molina: jangle-pop de aires setentero, cortes de apenas 1 minuto y guitarras acústicas. Eso sí, la aparición de la voz de Janko eleva las canciones y les da una gran calidez vocal. Un acierto.
En general, las canciones beben de la influencia de bandas como The Byrds o los temas de gente como Bill Fox o Daniel Johnston. Ahí encontramos maravillosas melodías como Gonna have to tell you, Half the time o Long before you know. Incluso ese genial outro instrumental que suena bastante a The Beatles.
Aunque también nos encontramos algunas canciones donde pisan un poco el acelerador (tampoco mucho, para ser sinceros) y nos ofrecen algo más guitarrero y con espíritu sucio como Another day, For today o, la genial, In the Store que bien podría funcionar en un disco de Teenage Fanclub.
El álbum apenas dura 15 minutos y se pasa volando como es normal, eso sí, es perfecto de principio a fin. Todo encaja tal y como es. Una maravilla este disco de The Lost Days.
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